JOSÉ MARÍA GUIDO
Los militares dispusieron la asunción del Presidente del Senado, José María Guido, como Presidente de la Nación para otorgar a la operación una apariencia de legalidad. En el ámbito político, Guido retomó el camino de la revolución libertadora y anuló las elecciones en las que había triunfado el peronismo, realizó intervenciones federales, suspendió la actividad del Congreso y prohibió la propaganda peronista. En el terreno económico, retomó las banderas del liberalismo y tomó medidas que favorecieron al agro y golpearon con dureza las industrias. Al mismo tiempo, la represión se agudizó con la aparición de agrupaciones de extrema derecha como Tacuara y la Guardia Restauradora Nacionalista. Durante el Gobierno de Guido recrudecieron los conflictos dentro de las Fuerzas Armadas, particularmente en el interior del Ejército, donde existían dos sectores, uno de los cuales, cuyos integrantes se autodenominaron “azules”, planteaba que las Fuerzas Armadas debían garantizar el orden constitucional, para lo cual era necesario acercarse al peronismo. Los “colorados”, en cambio, defendían la lucha antiperonista, aún si para ello era necesario pasar por alto la legalidad constitucional. Finalmente, ambas facciones se enfrentaron en un conflicto armado en el que triunfaron los “azules”, lo que permitió que el general Juan Carlos Onganía accediera a la Jefatura del Ejército.