Este tiempo ha sido uno de los periodos de renovación cultural más importante de los últimos tiempos, tanto en hábitos, estéticas y gustos personales. Para comprender las causas hay que tener en cuenta el proceso de expansión de empresas trasnacionales, sobre todo de origen norteamericano, como petroleras, industrias automotrices, artículos para el hogar, supermercados y cadenas hoteleras. En cambio, En América Latina, se originó gracias a la radicación de dichas empresas y la combinación con las políticas desarrollistas impulsadas por los gobiernos de los años 50 y los más recientes. En nuestro país, este fenómeno está combinado con el desarrollo del sector de servicios y de la clase media asalariada con una buena capacidad de consumo.

Lo que ocurre es una internalización de las pautas culturales. Los hábitos cotidianos y las costumbres de cada sector, como horarios, la decoración de la casa, la alimentación, formas de organizar el tiempo libre, etc, han comenzaron a mostrar similitudes en casi todas las grandes ciudades del mundo occidental, tanto en París, Nueva York, San Pablo o Buenos Aires. Un ejemplo de esta internacionalización es la difusión del jean, que se convirtió en un pantalón de jóvenes y adultos, de pobres y ricos, de hombres y mujeres. La tendencia a la uniformidad tiene como contrapartida una fragmentación interna de las sociedad, que ya no corresponde a la división en clases sociales.

Otro rasgo, de estos tiempos es el alto crecimiento del estudio universitario. Las empresas comienzan a demandar una mejor formación de sus empleados y los jóvenes de la próspera clase media descubrieron que, para desarrollarse profesionalmente, era necesario estudiar en la universidad. Además, del ingreso masivo de mujeres. Las universidades en nuestro país se están convirtiendo en unos de los principales focos de renovación cultural: están añadiendo laboratorios modernos, nuevas carreras, becas de estudio al exterior y tenemos científicos reconocidos internacionalmente.

Sin olvidarnos, de que la televisión fue un instrumento de difusión de las nuevas pautas culturales. El primer canal en nuestra Nación fue el 7, que era estatal y se instaló en 1951. Ahora, contamos con la inauguración de otros tres canales de aire, tales como, el 9, 11 y 13. El otro instrumento es la publicidad, ya que, se está profesionalizando. Se está comenzando a estudiar la composición del mercado, gustos y la capacidad adquisitiva. Al mismo tiempo, se está evaluando cuál es el medio más apto para promocionar un producto destinado a un cierto público.