ARTURO FRONDIZI

La UCR Intransigente, que postuló a Frondizi-Gómez, triunfó con el 45% de los votos. Los apoyos que aseguraron su éxito fueron heterogéneos: peronistas (aconsejados por Juan Domingo Perón, de quien se dice que había llegado a un acuerdo con el candidato); católicos y nacionalistas y sectores de izquierda. Las elecciones presidenciales de 1958 contaron con la mayor concurrencia de votantes en toda la historia argentina, con un 90,9 % de presentismo. La UCRI logró ganar en todas las provincias en donde se presentó la fórmula Frondizi-Gómez, con lo que obtuvo todas las gobernaciones, el Senado y dos tercios de la Cámara de Diputados. De esta manera, el 1º de mayo, el General Pedro Eugenio Aramburu entregó el mando al Presidente electo, Arturo Frondizi.

Políticas económicas:

El Presidente decretó la implementación de nuevas políticas económicas ligadas al “Desarrollismo” del país. Los principales planteos de este, eran centrarse en las industrias básicas y en el aprovechamiento de los recursos energéticos nacionales puntos en este proyecto, el Estado cumpliría un rol fundamental a través de la protección arancelaria, el otorgamiento de créditos y una política tributaria favorable, lo que la práctica implicaba recurrir al crédito extranjero para obtener el presupuesto necesario.

El programa de Frondizi aspiraba a crear una nueva relación entre los trabajadores, los empresarios y el Estado, que sintetizaba con la palabra “integración”. Con este objetivo, sanciona la Ley de Amnistía, la Ley de Asociaciones Profesionales, la Derogación del Decreto 4.161 y la Ley de Sucesiones Profesionales, que no solo regularizaba la actividad sindical, sino que además conservaba los aspectos básicos del modelo de organización sindical peronista, ya que otorgaba la personería jurídica sólo al sindicato más numeroso de cada actividad. Esto le daba al peronismo el poder de negociar con las entidades patronales y controlar los recursos económicos, al tiempo que fomentaba que las cúpulas de las organizaciones sindicales concentraran el poder. Además, esta política económica del Gobierno de Frondizi condujo a un deterioro de los ingresos de los trabajadores. El Plan de Estabilización marcó la ruptura de esa integración. Entre 1959 y 1960 las huelgas incrementaron. El abandono de la política integracionista se vio reflejado en la aplicación, en 1960, del plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado) que otorgaba a las Fuerzas Armadas la posibilidad de actuar contra cualquier tipo de disturbios, incluyendo los conflictos con los trabajadores. Por otra parte, comenzó a desarrollarse una tendencia hacia la burocratización de los sindicatos y el distanciamiento entre los dirigentes y las bases. La consecuente desmovilización de los trabajadores y la represión del Plan CONINTES habían abierto un nuevo panorama para el movimiento obrero.

Política Internacional:

El 18 de agosto de 1961 visitó la Argentina por solo tres horas el líder de la “Revolución Cubana” Ernesto Guevara. Para tal ocasión, era necesario traer a Guevara de la manera más secreta posible, ya que si los militares se enteraban de esa reunión, se acarrearía un gran problema político para el país. La reunión de Frondizi con Ernesto Guevara provocó que veinte días después renunciara Adolfo Mugica de su cargo de ministro de Relaciones Exteriores y Culto el 29 de agosto de 1961. La actitud de Frondizi ante la “Revolución Cubana” de 1959, junto con la visita de Fidel Castro y, más tarde, la de Guevara en la Argentina, hizo que se volviera más tensa la relación que había entre los militares argentinos y el Gobierno Civil de la Nación, sobre todo después de que el líder cubano hubiera efectuado su visita al país en secreto.

Fin del Gobierno:

El encuentro de Arturo Frondizi con Ernesto “Che” Guevara, junto con la abstención de Argentina en la votación que excluyó a Cuba de la OEA, lo cual era inadmisible para las fuerzas militares en su lucha por erradicar el comunismo y la autorización en 1962 para que el peronismo participe en las elecciones para las gobernaciones provinciales, de las cuales ganó en ocho de las gobernaciones. Generó que los militares presionaran a Frondizi para que anule esa elección e intervenga las provincias. Pero el tutelaje del Gobierno a través de los “planteos” ya no era suficiente para las Fuerzas Armadas, quienes lo derrocaron el 29 de marzo de 1962.